Antonio Colinas: Un viaje a la India

Queridos amigos que seguís “Mi pequeño mundo”, enlazo esta nueva entrada en el blog con la anterior, por creer que es importante destacar este último viaje de Antonio Colinas a La India.

Hago mención aquí porque casi no se ha difundido en los medios y porque a sus seguidores estoy segura les gustará saber qué le llevó hasta el país asiático.

Portada revista "El Cobaya". Autor Miguel Elías

Colinas ha estado una semana en Nueva Delhi con una apretada agenda, participó en actividades poéticas en tres universidades, un encuentro en el Instituto Cervantes de Delhi y un certamen poético, donde se dieron cita  cincuenta poetas de diecinueve países diferentes, dedicado a las figuras de Vivekananda y Tagore.
Dirá Colinas antes de su marcha: “La lectura de Tagore fue para mí en la adolescencia una revolución.” “Quiero sentir en este viaje su presencia y lo recordaré en mis intervenciones.”
Antonio Colinas confiesa su cercanía a la cultura oriental, ya que conoce y estudia “tanto su poesía como su pensamiento” lo que le ha llevado a viajar a países asiáticos como China y Corea del Sur, impregnando de universalidad su poesía.
Colinas es un poeta que ha viajado bastante, lo que le permite hablar de lo que significa el viaje, aquí tenemos otro símbolo que sumamos a los referidos en la anterior entrada del blog, dedicada al poeta.

El viaje: “En toda vida hay dos viajes. Uno que lleva a  caminar, a andar por la vida y otro más serio y profundo – con un componente psíquico importante- que es el que lleva al autoconocimiento y a la idea de plenitud. A veces para alcanzar este viaje más profundo necesitamos del físico, esta idea la ha reflejado en sus obras: “El viaje a China” o “Cerca de la montaña Kumgang”.
El ser viajero está en mi obra poética porque al escribir poemas persigo el propio conocimiento.
Escribo para conocerme mejor, de tal manera que cada libro de poemas es un progresivo viaje hacia la plenitud del ser.
El viajar es uno de los factores formativos y complementarios de la creación poética.
Uno se forma con lecturas y con otras formas de arte, como la pintura y la música, pero en los viajes existe ese componente creativo muy importante.

Resaltaré a continuación por qué considero importante este viaje realizado por el poeta a la India:
El 29 de Mayo de 2013, se presentó en Salamanca en el Liceo, la revista literaria “El Cobaya” dedicada al poeta Rabindranath Tagore.

El cuaderno central de la misma lo firma Colinas con un artículo titulado, Tagore: un libro un hallazgo.
No pensaba entonces nuestro poeta que al año siguiente sería invitado a viajar a la India para homenajear al premio Nobel hindú.
Os dejo un extracto de este artículo para que veáis que ningún poeta mejor que Antonio Colinas para rendir tributo a Tagore.

Con este viaje a la India, Colinas cierra un círculo que se abriera en La Bañeza, León, en su adolescencia, y no tenía conciencia de lo que llegaría a ser como poeta, y en mi opinión, tal vez no sabía entonces, que dedicaría su vida a la poesía.
Dice Colinas: En mi memoria lectora y en esa etapa clave que es la adolescencia, aparecieron libros primordiales, los encontré en la biblioteca de mi colegio, pertenecen a la colección: La biblioteca de los premios Nobel de Aguilar. Estos dos volúmenes eran: Primeros libros de poesía  de Juan Ramón Jiménez y la obra escogida de Rabindranath Tagore, traducida por Zenobria Camprubí y J.R.Jiménez.
Estos dos volúmenes me abrieron a la poesía de manera volcánica, me la ofrecieron como un fenómeno anímico que convulsionó todo mi ser y que me demostró que me había encontrado con la poesía-poesía,  … y así el lector pasa a ser escritor.  

Colinas une la lectura del libro de Tagore a “un paseo de acacias floridas que había en el exterior de mi colegio, y en él unos bancos en los que me sentaba a leerlo”. Uno la lectura de ese libro al aroma de las acacias, porque su aroma – me parecía a mí como la esencia misma que emanaba de los textos que iba leyendo. Durante la lectura, que duró varios días, poemas y aroma se fundían.

Foto de portada de “El crujido de la luz”, antes de la adolescencia.

En aquellos años de mi adolescencia fue la sensibilidad lírica del poeta la que me impresionó vivamente  y su poesía me llevaría a que quizás yo mismo escribiera a mis dieciséis años mi primer poema.
Aquella primera lectura de Tagore me marcó en esa etapa concreta de mi vida, influyendo en mi concepción de la poesía y de la realidad.
Tagore hizo realidad que la poesía fuera vida y la vida poesía. Y vida y humanismo poesía.

Este es mi pequeñísimo homenaje al poeta y a este viaje que se me antoja muy importante para la experiencia vital de Colinas. Espero que él nos cuente en primera persona sus vivencias del mismo, y tal vez nos sorprenda con algún poema inspirado en el país de su admirado Tagore.