Notas sacadas para esta entrada del blog, de un artículo publicado por El Norte de Castilla de Castilla y León titulado: “Un mundo que agoniza. Conversaciones para tiempos de cambio” de Vidal Arranz, el 22 de febrero de 2014.
En él, el poeta expresa su opinión sobre diferentes aspectos que tienen que ver con el momento de dificultad por el que estamos pasando.
El poeta no está en su torre de marfil, sino que opina sobre la situación política y social actual.
Ser poeta es una forma de ser y de estar en el mundo, nada de lo que está ocurriendo le deja indiferente.
Pero, tenéis que disculparme si de entre todas esas opiniones, doy mayor relevancia en esta entrada del blog, a los conceptos que el poeta vierte sobre lo que es poesía, y la interpretación de los símbolos, tan importantes para entender mejor al poeta Antonio Colinas.
Dice Antonio Colinas en su conversación con Vidal Arranz:
Estamos en un momento crítico en el que quizás haya que volver a repensar los conceptos, ¿qué es la poesía? ¿qué es el humanismo? ¿ qué es el arte? Todo esto hay que refundarlo. Tenemos necesidad de un cambo.
Opinión que merece a A. Colinas el medio rural:
El medio rural no es el pasado, no es el sitio donde no se puede urbanizar, sino un espacio en el que vivimos en equilibrio. Necesitamos ese equilibrio diario.
... estamos perturbados por un exceso de información, que a su vez son muchas desinformaciones.
… nos alumbran los mensajes y nos falta un poco de vida interior, de mirar hacia adentro.
…hay que cultivar la mirada de dentro a afuera. Hay que hacerlo en unas condiciones de lo que yo llamo silencio fértil.
El silencio no es algo que suponga anulación, pasividad o huida, sino que es un medio que nos ayuda a escucharnos.
En la misma medida que las ruinas. La ruina no es algo que remita a lo muerto, a lo perecedero, a lo caduco, la ruina fértil es un espacio fundacional.
…Es un ámbito que nos invita a pensar y a sentir. El silencio es una de las cosas que hay en los espacios en ruinas, o en los entornos naturales.
Colinas define así la poesía:
La poesía bien entendida es una vía de conocimiento y algo profundamente unido a la realidad, la poesía ha trabajado siempre con los temas eternos, el amor, la muerte, la naturaleza, el tiempo, lo sagrado y es también un modo de ser y de estar en el mundo. El poeta no ve la realidad como los demás, la ve como una realidad de sentido trascendido,…que está más allá de lo que los ojos ven.
Al poeta se recurre cuando ya no bastan los otros mensajes: el de la calle, de la economía, de la política,… entonces resulta que los políticos y los economistas aparecen citando la frase de un poeta, o aludiendo a una expresión bíblica.
…como si la poesía fuera la razón última.
…El poeta no entiende muchos aspectos de la realidad. Como cuando vas a un supermercado y ves que las manzanas son de Chile y recuerdas aquellos manzanos de tu infancia que se talaron.
Idea de Armonía:
Antonio Colinas la define como deshacer los contrarios que se enfrentan.
Siente que hay que volver a los símbolos.
Cuando el ser humano está desesperado, se tiene que agarrar a los símbolos.
Símbolos que nos ofrecen la naturaleza. La mar que te pones frente a ella y te da la libertad, se te abre el ánimo. El símbolo de la luz que no es solo luz física sino la luz del conocimiento.
…son como los salvavidas a los que se agarra el náufrago.
Frente a la religión o lo religioso yo he trabajado más el concepto de lo sagrado, que es una idea más concreta. Estoy con Jung que ve que la convivencia con lo sagrado y con sus valores puede ser algo que cure.
Toda realidad es sagrada para aquel que lo mira con ojos de piedad. Esto es prioritario. Y ahí hay un comportamiento de respeto, de armonizar, de confraternizar, de convivir, que está en la base de lo religioso, pero que no es exclusivo de lo religioso.
…la esencia del fenómeno religioso está en el fenómeno místico, y ahí es donde se da esa confluencia con el resto de las religiones.
Armonía es lo que viene después de la lucha y de la prueba. No implica pasividad, ni evasión, ni idealismo. Es un estado. Por desgracia suelen ser estados transitorios, aunque a veces lo consigamos.
Mansedumbre: no es agachar la cabeza y pasar de los problemas, sino que es un estado más extremado de ese equilibrio interior en contacto con la realidad.
La idea de mansedumbre, va unida a lo personal, a lo interior.
Es un concepto que yo utilizo a partir del “Libro de la mansedumbre” y sobre todo en “Tiempo y abismo” un libro que parte del hecho de la muerte de los padres. Ahí encontramos de nuevo al ser humano sin raíces, desposeído y ante esa necesidad de volver a aferrarse a los símbolos.
…algo se revuelve dentro de nosotros en la etapa del duelo, para renacer. Es ahí donde aparece la mansedumbre.
La poesía es una grieta a través de la cual se ve la realidad.
El lenguaje del poeta es un lenguaje nuevo.
Quizá también porque la poesía aunque no necesariamente, es también el espacio de una cierta esperanza, donde es posible hallar una cierta luz.
La poesía es primordial para el ser humano, es algo que va unido a lo más nuestro, los sentimientos, pero la poesía no solo trabaja con los sentimientos, sino con pensamientos, el poeta piensa en el poema.
En Unamuno, en Machado hay una marcha del sentir hacia el pensar. Y cuando se funde es cuando se logra el poema ideal.
A veces decimos eso de que allí donde no puede llegar el sentimiento aparece la razón, y a la inversa, donde el filósofo no puede llegar aparece la poesía.
La poesía es palabra respirada.
La respiración tiene un ritmo que va unido al ritmo de la palabra, y es ahí donde aparece la conexión con la poesía. A un poema le puedes quitar la rima, la métrica, las imágenes, las metáforas… pero no le puedes quitar el ritmo porque si no sería prosa cortada en trozos.
La poesía tiene un poder sanador.
…Cuando el verso se dice bien, en voz alta o interiormente, tiene algo de plegaria. Poder curativo de la poesía.
En su libro “Del pensamiento inspirado” asegura que el jardín es un lugar de máxima importancia en el ser humano.
Es una idea que está en la tradición literaria desde Horacio a Fray Luis de León, que es el lugar ameno.
El jardín como un espacio abierto para todos, pero también cerrado para muchos. Es esa representación de la naturaleza en la que el hombre ha intervenido para bien. El jardín es la naturaleza ordenada. Y ahí aparecen otros símbolos relacionados como el muro o el laberinto.
El jardín es la naturaleza en plenitud, pero está cercado. Tiene muros. Hay una realidad, buena o mala, que está al otro lado. Es un lugar en el que te extravías para siempre. Pero ahí das vueltas y vueltas hacia ti mismo. También está la fuente, el rumor del agua, que es un componente
Y es menos agresivo que la naturaleza real que siempre es más incontrolable.
La naturaleza también tiene su lado amenazante y peligroso, ahí están las catástrofes.
De repente aparece el tsunami o el incendio del bosque, o la inundación. La naturaleza es dual: lugar de la armonía y de la desarmonía
El arte remite a algo que es esencial para el ser humano, el arte sana. El arte no es lo evasivo, o lo fantástico, sino una segunda realidad. Otra visión.
El arte es un contrapeso contra la sombra.
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