MENUDESPLEGA

sábado, 26 de enero de 2013

El arca de los afectos. Alfredo Pérez Alencart.

El 23 de Enero se presentó en La Sala de la palabra del Liceo de Salamanca, el libro "El arca de los afectos", dedicado a homenajear al poeta peruano Alfredo Pérez Alencart.


Este homenaje, lo prepararon entre la poeta salmantina Verónica Amat y Jacqueline, mujer de Alfredo P. Alencart.
Estaba tremendamente emocionado, acompañado por su querida Pilar Fernández Labrador, "la dama de la palabra".  
Pilar lo  define como un hombre que vive y respira poesía, porque su vida es eso: Poesía.
Si os fijaís en las fotos, Pilar lo apoya y acompaña en todos los actos.

Se trata de una obra donde muchos poetas han unido sus versos para celebrar el medio siglo de la vida de Alfredo.
No solo han colaborado amigos de Salamanca, sino que también se han querido unir, poetas del continente americano, al que está muy unido, no solo por razones de sangre,  también de creación.

Alfredo se ha empeñado en que conozcamos a los poetas del otro lado del Atlántico, y es el encargado de los "Encuentros de poesía Iberoamericana" que se celebra cada año en Salamanca. 
Este año se ha celebrado el XV encuentro, dedicado a Unamuno. Por lo tanto su objetivo ha sido servir de puente que uniera estas dos orillas, y lo ha conseguido, desde luego que sí.

Pio Serrano

El poeta cubano Pio Serrano, destacó dos características para definir al poeta:   
Aglutinador de amigos, cientos de poetas han pasado por Salamanca, los consagrados y los que empezaban, los reconocidos y los olvidados, para todos ha habido un hueco.
Y agitador y alentador de poetas.

domingo, 20 de enero de 2013

Salmantinos de adopción de ayer y de hoy


Salamanca es una ciudad maravillosa, con una vida literaria que podría decirse bastante aceptable.

Hace décadas, tuvieron otros el placer de gozar de la sabiduría de D. Miguel de Unamuno, catedrático de griego, rector de la Universidad y de verle pasear por sus calles. Después se convertiría en leyenda e historia viva de Salamanca.


Se fue D. Miguel y llegaros otros ilustres vecinos, historiadores,  escritores, poetas, con los que nos cruzamos cada poco por las calles y a los que tenemos incluso la gran suerte de saludar y que también serán historia de la ciudad.

Ya sabía esto cuando me cruzaba con D. Gonzalo Torrente Ballester, otra de esas personas que han engrandecido a nuestra ciudad.
Era frecuente encontrártelo por la Gran Vía, la Plaza Mayor, el café Novelty, etc.


Su figura era muy singular, con su bastón y sus gafas oscuras, 
¡tan características en él! y ¡qué decir de su boca! siempre como esbozando un silbido. Todo el mundo le conocía, le saludaba. Estas personas se hacen un poco de todos.

Fue pregonero vitalicio de la feria del libro de Salamanca, cuando el pregón se daba desde el balcón del ayuntamiento, todo era bullicio y algarabía, una fiesta en definitiva.

Hasta hace bien poco, contábamos también con la presencia de D. Manuel Fernández Álvarez, gran historiador, conocido sobre todo por el gran éxito que cosechó con su libro: "Juana la loca, la cautiva de Tordesillas".
Era un transeúnte habitual de la calle Zamora, y asiduo al Ateneo, que era para él como una segunda casa, allí echaba sus partidas de ajedrez, al que era gran aficionado.
Daba conferencias que lo acercaban al público lector, con el que siempre se mostró muy cercano.


Fue premio de Ciencias sociales y humanidades de Castilla y León, pertenecía a la Real Academia de la Historia y se le concedió la Medalla de oro de la ciudad de Salamanca, entre otros muchos reconocimientos.

Todos ellos, Unamuno, Torrente Ballester y Fernández Álvarez, fueron salmantinos de adopción, pues nacieron en otras tierras y avatares del destino, los trajeron aquí, engrandeciendo esta ciudad.


Unamuno era vasco, D. Gonzalo gallego y D. Manuel era madrileño. Sus respectivos trabajos en la docencia les acercarían hasta la ciudad del Tormes, en donde los tres eligieron vivir y morir y donde su alma estará para siempre.

El ayuntamiento dedicó la "30 Feria del libro" a Torrente Ballester, coincidiendo con el centenario de su nacimiento: 1910 -2010.


Por tal motivo se desplazaron hasta aquí, amigos queridísimos suyos, con el fin de que conociéramos mejor su obra en unos casos y al hombre en otros y algunas anécdotas que lo caracterizaban  y humanizaban .
Coleccionaba teteras, bastones, hablaba a los magnetófonos, con los que tuvo una gran relación de trabajo y era padre antes que escritor y docente.
Me quedo con el mundo de su infancia, con Serantes y la casa de su abuela, donde creo que se fraguó el escritor que sería después.


Y mi D. Manuel, al que conocí, al que traté sobre todo por carta, la persona más sabia y humilde  que he conocido. A él lo eché mucho de menos en esta feria del libro a donde hubiese acudido a firmar su último libro sobre la Historia de España, pero un mes antes le sobrevino la muerte, dejándonos a todos muy apenados pues no lo esperábamos.  

A Gonzalo Torrente Ballester, en el 2010 además de dedicársele la Feria del libro, se le erigió una escultura delante de la biblioteca que lleva su nombre, se le dedicó una avenida, y se puso a un parque el nombre de una de sus novelas  "Parque de Los gozos y las sombras", todo está en Garrido.

Si a D. Gonzalo se le dedicó la 30 feria del libro, la 32 feria del libro, ha honrado la figura de D. Miguel de Unamuno, coincidiendo con el "Año Unamuno" y con el 75 aniversario de su muerte.
















Se le ha nombrado "Hijo adoptivo de la ciudad" y se le ha otorgado la Medalla de oro de la misma.

También se le han rendido un sinfín de actos con el fin de dar a conocer mejor su figura, desterrando viejos tópicos que han acompañado siempre su figura, y poniendo el empeño en  que se le conociera mejor, tanto su lado humano como de escritor, donde ha quedado patente que el mejor Unamuno es el poeta, así también lo sentía él.
¡Qué orgullo para Salamanca estos tres hombres ilustres!





Mi último reconocimiento es para el poeta leonés Antonio Colinas, mucho más joven que los anteriormente citados, pero no por ello menos importante.
También es "Hijo adoptivo de la ciudad de Salamanca" por tanto salmantino de adopción, y "Medalla de oro de la ciudad".





Antonio ha cogido el relevo a Torrente Ballester, y es ahora el pregonero vitalicio de la "Feria del libro"  la gente de las letras esperamos su pregón siempre certero y lección magistral de literatura, poesía, belleza, vida…


Espero que los salmantinos sepamos arropar a este poeta como él se merece, y más ahora en estos tiempos difíciles que nos están tocando vivir.
¡Antonio Colinas!
Un grandísimo poeta, orgullo de Salamanca y que todavía tiene mucho que decir con su obra. 

sábado, 19 de enero de 2013

Galdós y Unamuno pintados por Sorolla

Joaquín Sorolla, Valencia 1863- Madrid 1923


Considerado como "el gran maestro de la luz" de su tiempo, su estilo creó escuela y hoy es referente en la pintura mundial. Especialista en la técnica del luminismo reflejando en sus cuadros una gran vitalidad y optimismo. Fue reconocido tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Hizo numerosos retratos  entre ellos los de escritores y  figuras destacadas del liberalismo de la época.

Benito Pérez Galdós, Las Palmas de G.C. 1843- Madrid 1920.


Su retrato fue realizado por Sorolla en 1894, cuando Galdós tenía 51 años.
Representa al escritor canario sentado en un banco en cuyo respaldo apoya el brazo derecho, sosteniendo un cigarro con boquilla, con la mano izquierda agarra la empuñadura de su bastón. En la pared situada a su espalda, cuelga un cuadro que representa una marina, alusión al origen insular de Pérez Galdós. Este cuadro se hizo muy conocido cuando la fábrica de moneda de España, lo utiliza como imagen de su billete de mil pesetas. 
Fue adquirido por el Cabildo de G.C. en 1973 y se puede contemplar en la casa museo del escritor en su ciudad natal, Las Palmas.

Miguel de Unamuno, Bilbao 1864 -Salamanca 1936.


El cuadro de D. Miguel, es más austero en su composición. Muestra al escritor bilbaíno de pie, pero no de cuerpo entero, vestido con su habitual atuendo: traje negro con jersey negro y camisa blanca a la que vemos solamente el cuello. Está junto a un sillón. Unamuno está de perfil, con la mano metida en el bolsillo. Dominan los tonos apagados, a pesar de ello, los grises y blancos dan cierta luminosidad.

Es un óleo sobre lienzo que se puede contemplar en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Si este retrato fue pintado en 1919, Unamuno tenía 55 años cuando Sorolla lo inmortalizó.

Estas tres personas, los dos escritores y el pintor, fueron coetáneos.
El mayor de ellos era Galdós que nació en Las Palmas de G.C. en 1843, veinte años más tarde, en 1863, nacía Sorolla en Valencia y veintiún años más tarde que Galdós, en 1864, nacía en Bilbao,    Miguel de Unamuno.
El primero en morir de los tres también fue Galdós, murió en 1920 en Madrid, a los setenta y siete años, después también en Madrid,  Sorolla en 1923, a los sesenta años y por último Unamuno en Salamanca en 1936, contaba cuando murió setenta y dos años.
Los tres conocían la obra de los otros.



Sorolla a Galdós y Unamuno, ambos escritores prolíficos y de gran relevancia en el panorama cultural y político de la época y Unamuno y Galdós de sobra conocían la obra de este pintor valenciano.
El cuadro de Pérez Galdós, es uno de los retratos más conocidos del escritor canario, no así el de Unamuno, que posó para un gran número de pintores, trascendiendo en igual medida que los de otros pintores, como el retrato que le realizó Zuloaga.

Hemos de destacar la admiración que Unamuno sentía por Zuloaga, a quien ensalzó atacando directamente los cuadros de Sorolla: 
"Zuloaga  no nos ha dado el ligero engaño de un espejismo levantino,
  …Zuloaga nos ha dado en sus cuadros llenos de hombres fuera del tiempo y de la historia, un espejo del alma de la patria".

Sorolla no contó con el reconocimiento de los intelectuales de su época, sí Zuloaga a quienes sentían como el representante de ese alma española que la generación del 98 pretendía regenerar con Unamuno al frente.
A Sorolla se le acusaba de reflejar una imagen irreal de nuestra patria, limitándose a ensalzar las bondades de quien le pagaba, figuras de niños que juegan en el mar, etc.

Su no implicación le llevó en muchos casos a la exclusión, sus esfuerzos se centraron únicamente en su labor artística y su familia.
En el lado opuesto estaba Unamuno, poseedor de una pluma incorruptible e insobornable. Para él el liberalismo representaba su filosofía vital, su razón existencial.




















Unamuno y Galdós coinciden en ser inmortalizados para la posteridad en este caso, por el mismo pincel, el de Sorolla. Habían compartido a los escultores Victorio Macho y Pablo Serrano, cuyas esculturas disfrutamos cada día y ante las cuales se les rinde homenaje con frecuencia.
Para más información os remito al blog, a la entrada "Unamuno y Galdós" del mes de Agosto de 2012.

Lo que no sé es por qué Unamuno cambió de opinión y se dejó inmortalizar por Sorolla.     
Tal vez porque terminó por reconocer la gran valía del pintor valenciano, considerado "el maestro de la luz".   

Como anéctoda deciros, que la cerámica de Sargadelos, famosa por sus piezas decoradas en los tonos azules sobre blanco, también han unido a estos dos escritores, en una serie de pequeñas tazas, dedicadas también a Valle Inclán y Picasso.



Espero que os haya gustado este artículo y que os haya resultado interesante.


viernes, 18 de enero de 2013

Unamuno, hecho palabra


Frase unamuniana que lo define:

Como yo fundamentalmente no soy más que palabra,
el no hablar es morir y francamente a morir no estoy dispuesto.


El año que acaba de terminar, denominado como sabéis "Año Unamuno"  es el año en que ha estado más vivo entre nosotros.
Ha hablado a través de la pluma de muchos poetas en "El cielo de Salamanca"  y en el "XV encuentro de poetas iberoamericanos" celebrado en octubre en Salamanca,  de pintores como Ignacio Ipiña, o José Portilla, de fotógrafos, de escritores que han escrito alguna que otra obra teatral sobre Unamuno, para representar en la calle, al calor del público…

Cada uno de estos actos nos han acercado más a D. Miguel. Algunos han sido de reivindicación, como el que se celebró en el Casino, donde se defendía al Unamuno poeta: "Unamuno poeta sentidor", dirigido por 
D. Francisco Blanco Prieto, estudioso del escritor que este año se ha empeñado en darnos a conocer el fruto de su investigación acerca de la persona de D. Miguel, intentando desterrar ciertos tópicos que siempre le han acompañado.

Uno de los actos más emotivos fue el de nombramiento de:        

Fue su nieto Pablo Unamuno, el encargado de recibir de manos del alcalde, los honores que la ciudad de Salamanca le tributaba a su abuelo con un teatro Liceo lleno en un acto al que tuve la suerte de asistir, emocionada y agradecida por haber sido testigo de un hecho que creo histórico.



Merecidísimo homenaje de esta ciudad donde vivió y donde murió, en la que trabajó y a la que dedicó los mejores años de su vida.
Salamanca su "Gran Metáfora" como diría Luciano Glez Egido.

sábado, 12 de enero de 2013

Días en Gran Canaria

Después del paréntesis navideño, vuelvo a escribir en el blog.
Os contaré qué he hecho en estos días:
Como cada año por navidad,  he vuelto a Las Palmas, mi tierra, que ha dejado en mí bellas estampas con las que llenar mi alma.


Paseé por Las Canteras, para encontrarme con el mar, busqué la serenidad de la playa, pero también la furia y la bravura de sus aguas rompiendo en las rocas volcánicas, lenguaje con el que el mar me habla y me lleva a mis raíces y atrapé sonidos y colores para traérmelos hasta aquí.


Esculpes
con ritmo de espumas milenarias
cada roca.
Peinas
la arena despeinada de luna
y moldeas mi alma.
Murmullo y estruendo
es tu lenguaje de siglos,
el azul se vuelve blanco
cuando mueres en la orilla.
Espacio de mar y rocas
donde me reconozco.


No solo el mar y la roca definen mi espíritu canario, también La Palmera es signo de mis raíces.

Palmeral cercano a mi casa.

Cada mañana al despertarme busco su frescura para alegrar mi espíritu, entenderéis  por qué me gustan tanto.

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