Empiezo este 2015, dedicando la primera entrada a El Ateneo de Salamanca, que cierra sus puertas, sin saber aún dónde ubicarse.
Muchos fuimos los que acudimos a la llamada de su presidente Luis Gutiérrez para despedirnos de estas dependencias y mostrar nuestro apoyo a la institución.
Se abre ahora un tiempo nuevo, un tiempo para la esperanza.
Este texto fue leído por mí en El Ateneo.
El espíritu del Ateneo continua
El Ateneo de Salamanca, después de cuarenta años de andadura en las dependencias de la C/ Zamora, tiene que abandonar su sede.
Ya sabemos que las leyes no entienden de sentimientos, por eso ahora, la Ley de Rentas antiguas, obliga a esta institución a dejar las dependencias que venían ocupando desde 1970.
El Ateneo abandonará este espacio, pero El Ateneo, no lo hace el lugar donde está ubicado, sino las personas que se dejan la piel para que esta institución sea un escenario donde todo aquel que tenga algo que decir, se exprese libremente en él, una casa abierta a la cultura.
Podríamos hablar por tanto, del espíritu del Ateneo.
Por El Ateneo han pasado figuras de primer orden en el panorama cultural de Salamanca, como D. Manuel Fernández Álvarez, catedrático de Historia, profesor de la Usal, Académico de la Historia, etc.
Él era un asiduo al Ateneo, donde cada tarde venía a jugar al ajedrez, deporte éste muy vinculado con esta institución.
Debo citar también las presentaciones de libros, el mismo Fernández Álvarez presentó en su salón de actos su novela: “Juana la loca, La cautiva de Tordesillas” o más recientemente, la presentación en diciembre del último poemario de Josefina Verde, presentado por Antonio S. Zamarreño, y recitado por José Mª S.Terrones, por citar algunas.
El Ateneo siempre ha estado vinculado a la poesía, por eso en sus dependencias se reunían los miembros de la Tertulia Atril, hasta su disolución. Por ella han pasado poetas de gran relevancia en el mundo cultural salmantino.
Abierto por tanto también a la poesía y a los homenajes, como el que se le tributó a la poeta
¡qué pena habría sentido si supiera que esta querida institución cierra sus puertas! Pues sé lo importante que fueron para ella las tardes poéticas vividas junto a sus compañeros de tertulia literaria.
La relación del Ateneo con el teatro, ha sido estrecha, dando un plantel de actores de grandísima calidad y ha cosechado muchos éxitos.
Salamanca, necesita de lugares como el Ateneo, abierto a la cultura y de personas entusiastas como sus directivos quienes a pesar de las dificultades han seguido luchando hasta el final por salvarla.
Hoy, 7 de febrero, será el último día que los creadores puedan expresarse libremente en este Ateneo, pero será un paréntesis, hasta que se pueda abrir en otro lugar, hasta entonces su espíritu sigue vivo y se mantiene la esperanza…
Espero que alguna de las puertas a las que habéis llamado, se abra y alguien os pueda echar una mano.
Ojalá, encontréis la sede que esta institución merece.
Os deseo, toda la suerte del mundo y os digo que mi mano siempre estará tendida para vosotros.
Foto: Tribuna de Salamanca
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