Queridos amigos que seguís mi blog.
Después de estos días de silencio, quiero asomarme de nuevo a estas páginas, para rendir un pequeño homenaje a mi querida poeta Pepita Sánchez Sousa.
Que allá donde estés recibas mi cariño.
Así fue nuestra historia…
Conocí a Pepita en la última salida que se hizo con Salamanca letra contemporánea, con el tema: La Salamanca desaparecida, allá por el 2011.
Si queréis que os diga la verdad, del grupo que asistimos a esa salida, solo me acuerdo de ella. Ya desde el primer día que la conocí, me llamó la atención: cómo intervenía, como opinaba…
El paseo discurrió por la Vaguada de la Palma, un sitio nada céntrico, pero a ella no se le ponía nada por delante, a pesar de su edad, ochenta y nueve años. Cuando terminó era bastante tarde.
Recuerdo cómo sin conocernos de nada, le ofrecí mi brazo para que se apoyara y fuimos hablando enganchadas como si nos conociéramos de toda la vida. Le acompañé hasta la Plaza Mayor, allí nos despedimos.
Yo había leído hacía unos pocos meses en el periódico, la noticia de que una señora de casi noventa años, había publicado un libro de poesía, y que se lo había prologado el profesor de literatura de la USAL, Antonio Sánchez Zamarreño, até cabos y llegué a la conclusión de que tal vez era ella esa señora a la que le habían publicado ese libro.
Se lo pregunté y me dijo que sí, ese fue nuestro tema de conversación hasta que nos despedimos.
Veía en la publicación de ese libro de poemas, el mayor regalo que le había hecho la vida.
Ella no daba crédito a los que el profesor Sánchez Zamarreño decía en el prólogo sobre su poesía.
¿Esa soy yo? se preguntaba y terminaba diciendo la frase que siempre asomaba a sus labios cuando alguien la elogiaba: “ Si solo soy Pepita…”
Fruto del encuentro con esta persona maravillosa y genial a la que había conocido, nació un sencillo poema, en el que le expreso mi admiración.
Los frutos de la siembra
Has descubierto ser poeta
cuando el otoño de tu vida
anida en ti.
Eres grande en tu aparente pequeñez
un gigante extraordinario
al lado de quien nutrirme.
Quién dice que tú,
pequeña, menuda, senil,
encierras lo que encierras,
un alma grande,
unos ojos despiertos ante la vida,
la seguridad de saberte ya poeta,
sin nada que perder.
Te veo recogiendo
los frutos de la siembra,
que aunque ha sido larga,
ha merecido la pena.
¡Pepita poeta!
aunque no lo supieras.
Nuestro segundo encuentro fue fortuito, en la calle, pues vivíamos relativamente cerca. Nos saludamos con mucho cariño, pero mi cariño era ya admiración hacia su persona. Me conquistó su optimismo, su alegría, su vitalidad y sobre todo… el amor con el que hablaba de los grupos de poesía a los que pertenecía, a los que no faltaba y con los que mantuvo su compromiso hasta el final.
Ella me animó a que me apuntara a algún grupo y fuimos compañeras en Pentadrama. Me alegro mucho de ello porque nos permitió disfrutar juntas de muchas actividades y compartir talleres y encuentros literarios donde lo pasábamos muy bien.
Pepita con los poetas: Sofía Montero, Carmen Prada, Montse Villar, Arantxa Agudo, Soledad Sánchez, Elena Díaz y Miguel Sánchez.
“Sal de ti al encuentro de los otros, porque fuera de nuestro corral fluyen los ríos vigorosos de las cosas y los hombres.”
Para mí tener su poemario: “Por eso escribo, por eso” es un regalo, porque leerlo es tenerla.
En él está expresada su idea de la vida, de la muerte, el paso del tiempo, sus deseos de transcendencia, su fe, ella la buscadora de belleza…
Dos veces escribí en el blog sobre ella.
La primera vez el motivo fue que salió en un documental titulado: “Cosas chiquitas” donde hablaba junto con otras personas mayores de su experiencia vital, y yo quise presentaros a esta persona especial.
La segunda vez fue después de que la televisión de Salamanca, CLTV8 emitiera una entrevista en su casa, con el título: “Pepita Sánchez Sousa de modista a poeta”.
Yo quise conocer de primera mano donde escribía, qué medios utilizaba, acompañarla y hacerle fotos para luego poder enseñároslas.
Estas son algunas fotos de esa tarde de versos y confidencias literarias que ambas compartimos.
Pepita fue una amante del lenguaje, de las palabras cocidas a fuego lento, cuando leía para otros, al amor de la lumbre, en su mocedad.
Ahora que se ha ido, permitidme que vuelva a expresar lo que siento por medio de otro poema, este escrito ya desde el sentimiento de ausencia que me ha dejado su marcha.
Buscadora de belleza
Eres ya tierra fecunda
donde verdeará el trigo,
la brisa
que mueve las espigas
en su amarilla cabellera.
Pan que alimenta
como lo hacen hoy
tus versos,
tu voz
y tu sonrisa,
dormida ya ante mis ojos.
Estás en todo lo bello
donde alguna vez,
se posó tu mirada.
Sé que te encontraré
donde habite la primavera
y cante el torcal su melodía.
Tus ojos se han fundido con el cielo
tu cuerpo con la tierra,
queda tu alma,
buscadora de belleza,
pura
en mi pensamiento.
Para terminar comentar que este artículo salió publicado en el periódico digital SalamancaRTV , el día del fallecimiento de nuestra querida poeta.
Pepita Sánchez Sousa: buscadora de belleza
Hoy el mundo de la poesía llora la muerte de la poeta Josefa Sánchez Sousa, Alberguería de Argañán, 1922.
Además de ser miembro activo hasta sus últimos días de la A.C. Pentadrama, participaba también en las tertulias de Atril y era miembro de Salamanca Letra Contemporánea.
Cuenta en su haber con diversas publicaciones en libros como: Salamanca en las rutas Turísticas (editado por Turismo de Salamanca, 1973), Recital de poesía grupo Atril, (1998), Homenaje al perro (Ayuntamiento de Salamanca), Rincones de creación (Salamanca Ciudad de Cultura).
Foto leyendo en Ciudad Juárez
Ha publicado en obras conjuntas: Paseo poético, (2009,2010,2011).
En El Cielo de Salamanca en el 2011, en la Antología: ”Encuentros y palabras “ de Pentadrama y por último participó en: ”Encontrados, momentos de la tierra “ libro de fotografías y poemas, del fotógrafo Andrés Arroyo en colaboración con Pentadrama.
Pero del que más orgullosa se sentía era de la publicación en el 2011 de su poemario: “Por eso escribo, por eso”, prologado por el profesor de la USAL y amigo personal, Antonio S. Zamarreño, os dejo unas palabras del prólogo:
Primero fue el cariño; luego el asombro, y por fin el estupor.
…al enfrentarme a estas páginas, todo se me transformó en sorpresa. Esto no es un homenaje a la amiga, sino un acto de justicia para con una escritora espléndida, a rachas verdaderamente genial, que condensa aquí toda su sabiduría idiomática y humana. Pepita ha visto mundo, ha pensado abisalmente y conoce muy bien los esplendores de su lengua. Con estos tres ingredientes ha forjado una obra de hondo calado ético y de estupendas irisaciones literarias.
…Admiro en el conjunto el rigor, la exigencia, la mesura, el instinto verbal, la exquisitez, la audacia creativa, la juventud y el dinamismo de sus textos…
Hasta aquí la cita de Antonio S. Zamarreño.
Pepita en la Feria del libro Presentación de la antología Encuentros y palabras
Ella era simplemente Pepita, no creía que estas palabras que le dedicara el profesor fueran ciertamente para ella, era tan humilde que toda consideración hacia su obra, le hacía dudar de si se le dedicaba porque se la quería o porque verdaderamente era una POETA, así, con mayúscula.
Por encima de todo quiero resaltar su calidad humana, era una persona muy cariñosa y una enamorada de la vida:”Amo la vida con locura…” era una frase recurrente en ella.
¡Qué más decirte Pepita! solamente que te vamos a echar mucho de menos, pues se nos ha ido un pilar, un referente.
Lo mejor es que nos queda tu obra y el haberte conocido, eso sí que fue un regalo del cielo.
Os dejo estos versos para recordarla, del poema “Proceso Húmedo”, recogido en su poemario “Por eso escribo por eso”.
Un día seré lluvia para la tierra sedienta
que ya me espera con su abrazo eterno,
con su confortable lecho
Un día seré tierra.
Preciosa la entrada, Elena. Fue un regalo conocerla y quererla. Y también, compartir contigo su amistad.
ResponderEliminarElena Díaz Santana:
EliminarGracias Sole por acercarte siempre, tan generosamente a mi blog y por este comentario.
Es un honor que hayamos podido compartir tantos momentos entrañables con Pepita y que forme parte de nuestra experiencia vital. Haberla conocido, admirado y querido nos hace ser muy afortunadas.
Este tesoro nadie nos lo quitará nunca. Un beso.
Elena Díaz Santana
EliminarGracias por leerme Benito.
Me alegra compartir contigo el amor y admiración a Pepita. A mí también me resulta muy difícil pensar que ya no está, pero a la vez que ese sentimiento de pérdida, siento su cercanía, la veo en todo lo bello.
El tiempo cerrará la herida.Un beso
Me alegra leer esta entrada, porque yo le tenia un cariño muy especial. a veces me siento en la noche en la soledad de la fabrica y parece que veo su sonrisa, mirándome con sus ojos infantiles, y con esa luz de poeta. Un beso enorme
ResponderEliminarDespués de largo tiempo embebido en el día a día del nuevo solsticio, he decido pasear por tu blog, lugar donde siempre encuentro una lectura que me hace sentir bien, y me llena. Momento para vivir en tus palabras, la vida de Pepita Sánchez, Mujer, Poeta. Vive en tus palabras vestidas de cariño. Viva en su libro. Viva, para quienes la conocisteis, en las imágenes que lleváis dentro. Es bonito, cuando lo humano se disipa, ser imágenes en quienes te han conocido. Al final del camino solo seremos, posiblemente, imágenes en el recuerdo. No he leído nunca nada de Pepita, pero tus palabras me acercan a Ella. ¡Hermoso Elena!
ResponderEliminarQuerido amigo! Una vez más te acercas a Mi pequeño mundo, engrandeciéndolo con tus comentarios.Muchas gracias.
EliminarEn esta ocasin para hablar de la poeta Pepita Sanchez Sousa, que además de imagen en mi corazón es verso, vitalidad, amor a la vida, sonrisa... Un tesoro impagable que me regaló la vida.
Un beso Elena Díaz