Desde mi blog, quiero hacer un homenaje al pintor Miguel Elías, por estar siempre cerca de los poetas y de la poesía y sobre todo por las dos exposiciones que este año 2016 ha llevado a cabo junto al también pintor Florencio Maillo.
La primera exposición de la que os quiero hablar se inauguró en enero en La Casa de Japón de Salamanca y lleva por título: ”Del jardín de las delicias al jardín japonés”. Acompañaron en la misma a Miguel Elías, Florencio Maíllo como ya os he comentado y la diseñadora Fely Campo.
La primera exposición de la que os quiero hablar se inauguró en enero en La Casa de Japón de Salamanca y lleva por título: ”Del jardín de las delicias al jardín japonés”. Acompañaron en la misma a Miguel Elías, Florencio Maíllo como ya os he comentado y la diseñadora Fely Campo.
Esta exposición sobresaliente, no dejó indiferente a nadie, sobre todo por su espectacular e innovadora puesta en escena.
Florencio Maillo expuso un mural formado por 36 tablas que formaban un mosaico, donde quedaba reflejado el mundo de los excesos en el que vivimos.
La diseñadora Fely Campo expuso una serie de trajes, donde jugaba con las telas, las texturas, los volúmenes, para hacer arte que sorprendieron también al espectador.
Miguel Elías por su parte mostró una proporción áurea de donde pendían sus lienzos en fibra de bambú, en ellos estaban pintadas gran variedad de flores, usando la técnica japonesa sumi-e.
La pintura Sumi-e se define como la pintura del alma, que es aquella que plasma lo que se siente y lo que es.
Se engloba dentro del mundo tradicional japonés. En ella el pintor debe representar lo más profundo del alma, es pintura interior.
Está basada en la técnica de la pincelada única. La pintura a la tinta, como se le denomina no permite correcciones, de ahí que cada pincelada sea única.