MENUDESPLEGA

domingo, 9 de febrero de 2014

Adiós al poeta José Emilio Pacheco

El mes de Enero se ha ensañado con los poetas. Nos ha arrancado de cuajo a tres grandes de la poesía: Juan Gelman, José Emilio Pacheco y Felix Grande.

Gelman y Pacheco, fueron merecedores del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, en el 2005 y 2009 respectivamente, por lo que tuvimos el honor de compartir con ellos las jornadas de estudio que la universidad de Salamanca dedica al poeta premiado. j_em_pacheco
Si ambos son merecedores de una entrada en mi humilde blog, por simpatía y afecto ésta va dedicada a José Emilio Pacheco, pues asistí a las magníficas jornadas dedicadas a su obra, y conocí al ser humano, entrañable y cercano en todo momento.

J.E. Pacheco estuvo en Abril del 2010 en España para recoger El Premio Cervantes y El Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, ambos premios son los máximos galardones en Lengua Castellana que puede recibir un autor vivo.

Dice el poeta que, el enterarse de que había sido merecedor del premio: "le hundió en una irrealidad quijotesca de la que aún no despierto."
Dedicó el premio a Cervantes, esta idea sí que fue original. 

Dirá José Emilio: “Para volver al plano de la realidad irreal o de la irrealidad real en que los personajes del Quijote pueden ser al mismo tiempo lectores del Quijote, me gustaría que el premio Cervantes hubiera sido para Cervantes. Cómo hubiera aliviado sus últimos años al recibirlo. Se sabe que el inmenso éxito de su libro en prosa nada remedió su penuria. Cómo nos duele verlo o ver a su rival Lope de Vega humillándose ante los duques, condes y marqueses. La situación solo ha cambiado de nombres, casi todos los escritores somos, a querer o no, miembros de una orden mendicante.”

cart_poes_ibSu último viaje a España para recibir los premios en Alcalá de Henares y en Salamanca respectivamente, le tenía otra sorpresa reservada, el honor de depositar su legado poético en una caja del Instituto Cervantes, la caja número 1525, que permanecerá bajo llave un siglo, guardando celosamente lo que José Emilio quiso dejar para la posteridad. El contenido de la misma no suele ser desvelado por los autores, pero Pacheco, quiso contar lo que atesoraba la suya, y es nada menos que sus dos últimos libros editados en España por Tusquets: “Las batallas del desierto” una novela ambientada en México en la década de 1940, y “Tarde o temprano” ( poemas de 1958-2009) una antología poética indispensable para adentrarse en la obra de quien ha sido definido como: Un poeta excepcional de la vida cotidiana.

Dice Pacheco: Andar por este mundo es dejar retazos de uno mismo.

Con motivo del premio de poesía se edita una antología que recoge la obra del poeta premiado, en el caso de José Emilio la introducción, edición y selección de textos le correspondió a la profesora de la Usal Francisca Noguerol. El libro se titula Contraelegía.
Además de Francisca Noguerol, estuvieron en las jornadas de estudio Carmen Ruiz Barrionuevo de la Usal, Carmen Alemany de la Universidad de Alicante, Selena Millares de la Universidad autónoma de Madrid. Todas estudiosas de la obra del poeta.
Ellas nos dieron claves para entender mejor al poeta José E. Pacheco. 
Para F. Noguerol, este poeta es un clásico un poeta hermosamente defensor del instante, la fugacidad, el momento pasa.

La poesía debe estar tan bien escrita como la prosa. Todo escritor debe honrar el idioma.
Hay en él obsesión por el lenguaje, por darle brillo a las palabras gastadas.
Ha apostado por una poesía cercana, donde tienen cabida detalles de la vida cotidiana, usa un lenguaje coloquial.
Versos sin estridencias, sin gritos, que hace más demoledor lo que cuenta. Poemas minimalistas: al tenedor, al pulpo, a la nube, a la letra O. Está considerado como un maestro del poema breve.

Oficio de poeta: Ara en el mar/ escribe sobre el agua.

Ironía negra, amarga contra los otros, pero también contra sí mismo, a veces caricaturesco. Obsesión por fijar el instante del propio pasado.
Lo que ha sido su vida está en la poesía, con todas sus verdades, mentiras, con toda la carga irracional que lleva: “La perra infecta/ la sarnosa poesía, /risible variedad de la neurosis,/ precio que algunos pagan/ por no saber vivir./ La dulce, eterna, luminosa poesía.
La poesía atestigua el sufrimiento. Poesía que pocos leen y muchos detestan.

A quien pueda interesar
La poesía anhelada es como un diario/ en donde no hay proyecto ni medida.

Temas: fugacidad irremisible, lo que se fue, lo que ya no está, lo que cambió, lo que pudo ser, lo que ya no veremos. Somos los dueños del vacío.
“Todo lo empaña el tiempo y da al olvido.”

A la que murió en el mar
El tiempo destruye todas las cosas/ ya nada puede contra su hermosura.

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