Antonio
Colinas nació en La Bañeza, León en 1946.
Es un
escritor de vocación y profesión que vive en Salamanca desde 1998.
Además de la
poesía ha cultivado otros géneros como la novela, el relato breve, el ensayo,
el artículo periodístico, la traducción, etc.
En Colinas
poesía y vida están íntimamente unidas.
La poesía es una forma de ser y de estar
en el mundo.
Siguiendo su trayectoria vital,
no me cabe duda, de que vive por y para la poesía.
Por
nacimiento pertenece al noroeste, aunque ha vivido en diferentes lugares, de
los que se ha nutrido su obra: su adolescencia en Córdoba, su paso por Madrid,
por Italia, sus años en Ibiza, y otra vez el noroeste, Salamanca.
Su obra es
rica en símbolos que representan y definen los lugares donde ha vivido, el sur,
el mundo mediterráneo, la cultura clásica y humanística, etc. Confiriéndole el
personalísimo sello que posee.
EL LENGUAJE
DE LOS SÍMBOLOS, NOS AYUDA A DESVELAR LOS MISTERIOS.
Estos
símbolos encierran dentro de sí, otros muchos, por ejemplo: el mar, la luz, el
naufragio, el viaje, la nave, la fuente, el bosque, los árboles, la infinitud
de las costas, el límite de los horizontes, etc.
Los temas
que más se repiten en el poeta serán: el amor, la mujer, la muerte, el tiempo,
el más allá, lo sagrado, la naturaleza,etc.
Han dejado
huella también en él sus múltiples viajes, sobre todo los realizados por Asia,
en donde ha profundizado en el pensamiento Oriental, budismo, taoísmo, etc.
POESÍA COMO
VIA DE CONOCIMIENTO.
A pesar de
sus viajes y de la universalidad de su poesía, Antonio Colinas llega a afirmar
que "no hay poesía sin origen". Establece un diálogo entre las tierras de sus
orígenes con el mundo o espíritu mediterráneo.
Las propias
vivencias son el material más preciado para componer una obra.
Es frecuente
que sus poemas establezcan un diálogo con otras disciplinas artísticas,
precisamente por su riqueza simbólica y por la musicalidad, la armonía y el
sentido del ritmo que posee.
El verso se hace música de violines y sus
símbolos color en un lienzo.
Antonio
Colinas escribe desde la plenitud y desde el equilibrio.
En el 2011,
publicó una Antología: Poesía Completa, editada por Siruela.
Esta obra, a
pesar de llevar el título de Completa, está abierta, porque gracias a Dios, el poeta sigue escribiendo, aunque de una
manera más depurada.
"Siento que
cuando acabo un libro, no voy a escribir nada más."
"Lo último
que escribo, siempre tiene algo de despedida, pero la palabra siempre vuelve."
La armonía
es lo que viene después de la prueba, de las dificultades.
Las fotos corresponden al encuentro en la librería Hydria.
Especialmente
hoy había mucho ruido fuera, pero nosotros elegimos, el espacio casi sagrado de
la librería para reunirnos con Colinas, en torno a una mesa, casi como cuando él
era pequeño y posiblemente alrededor de la lumbre, por el mucho frio y la
nieve, su familia le contaba aquellas historias de lobos…
¡Cómo salva
la poesía del frio que se está apoderando de nuestros corazones!
Recuerdo
ahora las palabras de otro poeta, Antonio Sánchez Zamarreño, que dice que "en tiempo de ruidos, es
necesaria la poesía como espacio para el silencio" no puedo estar más de
acuerdo con él.
Es una
suerte que Antonio Colinas viva en Salamanca, porque podemos estar cerca de su
poesía, como nos ha sucedido con este encuentro, al que accedió gustoso para
hablar de su obra y compartir un tiempo de tertulia con los presentes.
Antonio, una
vez más gracias por tu magisterio
ejercido fuera de las aulas.
Nunca
olvidaremos este 26 de Febrero en la
librería Hydria.